MI TIO
FERNANDO
Irene, su marido y sus hijos |
Fernando
de Castells fue el mas joven de los hermanos, nunca perdonó a su madre que lo
dejara con una nodriza en un pueblo durante los primeros años de su vida,
siempre dijo que no consideraba a Irene como su madre sino a la persona que le
crió. Era mas bien bajito y esto siempre le dio complejo, también fue la causa
de que se uniera a la legión cuando Franco empezó la lucha contra el régimen
legal de España, era fascista y huyó de Valencia para intentar alistarse en el
ejercito franquista, no lo admitieron debido a que no daba la talla, así que
marcho a Canarias para entrar en la legión, allí no podían negarse a
incorporarle, pero debido a su poca altura debieron hacerle la vida imposible,
así que se puso a beber y acabó alcohólico, esto determino toda su vida.
Ya
conté como fue a buscar a su hermano Guillermo que iba a ser fusilado, y como
este nunca se lo perdono. Al acabar la guerra gano unas oposiciones a
recaudador de hacienda, destinado a Zaragoza encontró en la pensión donde se alojaba
una joven también funcionaria, la dejó embarazada, no pensaba casarse pero las
suplicas de Josefina y el escándalo subsiguiente le decidieron, como la cosa
tardó en hacerse mi primo Manolo paso siempre por ser sietemesino, nació a los
nueve meses normales pero a los siete de la boda, él siempre creyó de buena fe
que si era bajito y de joven algo enclenque se debía a su nacimiento antes de
tiempo, yo le dije que no era así, ya estábamos en Paris, no me quiso creer.
Tuvo mi
tío otra hija en Hellin, Irene, alcabo de unos años fue destinado a Barcelona,
casi al mismo tiempo que mi padre. Según contaba la familia Fernando tuvo una
novia que se suicido, no se en que época seria, a su hijo Manolo también le
sucedió la misma historia, hay gente gafe. Mi tío bebía como esponja, por las
noches no era raro verle en las Ramblas completamente borracho a la salida de
cualquier burdel, tenia la costumbre de tirar billetes a la gente que pasaba,
sus hermanos tuvieron que ir a buscarle muchas veces.
A su
mujer no la aguantaba, Josefina era una mujer de su casa y él y sus hijos
hubieran querido que fuera una intelectual, los tres la despreciaban y nunca
tuvieron un gesto de amor hacia ella, mi tío tenia la manía de tirarla por la
ventana, sus hijos se lo impedían, quizás al fin y al cabo fuese una manera de
demostrar amor a su madre.
El
alcoholismo de Fernando se hacia cada
vez mas agudo y tenia que pasar temporadas en centros especializados, en el año
62 estaba en uno de ellos, yo fui a pasar unos días con su mujer, a mi primo
Manolo le buscaba la policía, a mi también pero no sabían quien era, así que me
instale en aquella casa con Josefina e Irene para ver lo que sucedía, allí
estaba cuando la policía vino por Manolo, se llevaron a Irene y a mi ni caso,
no se dieron cuenta de que yo era la que buscaban con el nombre de Alicia de
las medias negras, ya contare el caso cuando llegue el momento.
Poco
tiempo después su madre, mi abuela Irene, moría, yo había partido a Francia el
día anterior, la policía vino a buscarme a Paseo de Gracia, allí estaban los
dos hermanos Paco y Fernando, mi padre no había vuelto de sus vacaciones, la
policía hizo levantar el cadáver de mi abuela por ver si yo esta escondida en
el lecho mortuorio, tanto Fernando como Paco protestaron, dijeron sus cargos de
militar fascista uno y de caballero legionario el otro, no hubo nada que hacer,
mi presencia en la Vía Layetana era muy esperada, ellos se quedaron con una
buena rabieta, de poco les sirvió haber sido fascista, a su madre la trataron
sin el menor respeto.
Fernando
pidió que le trasladaran a Madrid, al parecer sus compañeros de Hacienda le
reprochaban que su hijo hubiera tenido que marchar al exilio por su lucha
contra el régimen, yo no volví a verlo mas que una vez en Paris donde venia
alguna vez para ver a sus hijos, los dos residían allí, fue con motivo del
nacimiento de mi hijo Daniel. Según mas tarde me contaron acabo suicidándose,
lo encontraron colgado, el problema era donde, se dijo que su hija Irene lo
encontró muerto en su habitación en el centro para alcohólicos, yo siempre
ingenua y compasiva lamente el soponcio de mi pobre prima ante tan macabro
descubrimiento, años mas tarde me enteré de que donde se ahorcó fue en un
burdel de Madrid, y no creo que fuese Irene quien lo encontrara, así se escribe
la historia, hay sitios donde los burgueses no deben morirse y aun menos
suicidarse.
Josefina
tampoco acabó muy bien, a la muerte de su marido sus hijos se repartieron todo
el dinero y a ella la metieron en un sórdida casa para ancianos en Barcelona,
la pobre venia alguna vez a casa de mi padre quejándose de que nunca veía a sus
hijos, se murió, y ni mi padre ni la que era entonces su esposa fueron a su
entierro, para no ver a sus hijos, me dijeron. Yo nunca tuve mucha relación con
este hermano de mi padre, no nos veíamos casi nunca, papa no le aguantaba, un
día encontré a Fernando en el Paseo de Gracia y nunca olvidé este encuentro ni
nunca le perdone el daño que quiso hacernos, lo contaré en la historia de mi
vida.
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