miércoles, 1 de abril de 2009

MANUEL DE ADRIAENSENS


MANUEL DE ADRIAENSENS

El apellido Adriaensens es poco corriente en España, pero no así en los Países Bajos, seguramente que allí tiene su origen. Hace años ley la siguiente historia. Cuando Carlos III dejo su corona de Nápoles para hacerse cargo de la Española trajo consigo a su secretario Esquilache, este hombre encontró que el país estaba muy atrasado y quiso cambiar algunas de sus costumbres, esto le valió lo que se llamo “el motín de Esquilache”, no se dio cuanta de la fuerza de inercia que dominaba el país y que hasta nuestros días impide que pueda estar a nivel europeo, no es que este nivel sea muy elevado, pero aquí ni eso, ya se encarga la Iglesia de que sigamos encerrados en nuestras típicas costumbres.

A lo que parece los sueños reformadores de Esquilache le llevaron a querer poblar Andalucía, la expulsión de judíos y moriscos habían despoblado pueblos y campiñas, los grandes terratenientes eran dueños de casi todo.

Sabiendo que en Europa había problemas de población, en los Países bajos se luchaba contra el mar y la tierra faltaba, en Suiza grupos católicos estaban dispuestos a dejar el país ya que se encontraban perseguidos por sus ideas en medio de calvinistas.

Se trajeron las familias que lo desearon, se las instaló en pueblos construidos para ellos y se les dio tierras. Aquellas gentes eran trabajadoras y al parecen se encontraban bien en el país que eligieron. Poco duró su dicha, los terratenientes consideraron que las tierras que se les había acordado eran suyas, destrozaron los pueblos y obligaron a los colonos a marchar a otros puntos de España. En otros pueblos fue la Iglesia que temía que los que venían de Flandes estuvieran contaminados por el virus protestante, también por este motivo los hicieron partir.

Algunos de este grupo marcharon a Sevilla, otros a Valencia y de estos, seguramente, desciende mi bisabuelo paterno



Este antepasado mío fue el padre de mi abuela, es decir mi bisabuelo por parte paterna, su hija Irene fue la madre de mi padre. Su historia coincide con los antepasados que tengo de parte de mi madre, Puerto Rico, Filipinas, todos estuvieron en esas tierras sirviendo a la corona imperialista de España.

Este funcionario no fue militar sino que ocupó altos cargos en la magistratura. Las primeras noticias que de él tengo lo sitúan en Puerto Rico como fiscal de Estado, allí se ocupó entre otras cosas de los esclavos de la isla.

Es curiosa la manera en que conoció a la que fue su segunda esposa, madre de mi abuela, según cuentan en la familia en uno de sus viajes desde Puerto Rico a Valencia, asistió a una de las reuniones familiares, allí vio a una niña, no se de cuantos años, se la quedo mirando y dijo a su madre, guárdenla para mi, porque volveré para casarme con ella encuanto tenga la edad requerida, era jurista así que sabia el tiempo que debía esperar. Según dicen lo tomaron como una broma y nadie se acordó mas del asunto, aunque quizás la niña pensaría alguna vez en aquel señor que la había pedido en matrimonio.

Pasaron los años y un día se presento don Manuel en casa de sus familiares para casarse con la joven, nadie se acordaba ya de aquella petición, él si, la boda se realizó según los deseos del fiscal y fueron muy felices, al parecer la joven adoraba a su esposo y los dos se miraban en la niña que nació de sus amores, mi abuela Irene.

Irene nació en Puerto Rico, los recuerdos de su padre me vienen de ella, allí creció feliz, hasta tenia un joven esclavo para ocuparse de ella, tanto su padre como su madre estaban pendientes de sus mínimos caprichos. Se daba el caso de que la pequeña tenia un miedo cerval a los terremotos, en todo el arco de las antillas suele haberlos a menudo, así que no consentía en separarse de su padre, el serio fiscal del reino debía llevarla en todos los viajes de inspección que realizaba por la isla, en su sequito el principal personaje era su hija.

Al subir de categoría el señor Adriaensens fue destinado a Filipinas como Presidente de la Audiencia, allí marcho con su mujer y su hija, por desgracia para mi futura abuela las islas filipinas también están sujetas a las cóleras de los dioses infernales, pero no importaba, su padre la llevaba siempre consigo y eso hacia que se la recibiera con gran boato en las ciudades que su padre visitaba. Aun tiene mi padre en su casa una imagen de bronce del Niño Jesús de Praga, es de las pocas cosas que se han conservado en la familia, salvada de todas nuestras vicisitudes, mi abuela nunca hubiese consentido en separarse de él, recuerdo feliz de una época que no duro mucho y de un padre que la dejo pronto huérfana. Esta imagen se la regalaron las monjas de un convento de no se que ciudad, su padre instaló allí a la niña durante su visita, la pequeña se encapricho de la imagen y las monjas se la regalaron con mil amores, a la hija de tan principal caballero no se le podía negar gran cosa.

Otra historia que nos encantaba cuando éramos niños fue la de una de las brillantes fiestas que se daban en la isla en honor de las autoridades Españolas, a ellas asistía siempre Irene, el miedo y los mimos seguramente, estaba sentada en un diván contemplando el baile cuando un joven caballero se acerco a ella para pedirle que danzara con él, bailaron. y al final el caballero se inclino ante ella dándole las gracias. Unos días después la niña recibió un voluminoso paquete, contenía una muñeca de tamaño natural vestida con el mismo traje que llevaba Irene en la fiesta, la tarjeta firmada por el joven decía, “gracias por la danza”.

No supieron mas de aquel hombre, la historia no se repitió y él no vino a pedirla de mayor que fuese su esposa, no se si mi abuela lo espero siempre, pero a mi me gusta pensar que a su muerte, que ya contare mas adelante, se le apareció el caballero con la muñeca de la mano y la invito a bailar, ahora para siempre los tres unidos en unos segundos de eternidad.

Las Filipinas luchaban por su independencia, los ejércitos españoles ganaron las primeras batalla, pero no contaron con el enfrentamiento con el otro imperialismo, el de los Estados Unidos, dispuestos a acabar con un imperialismo para sustituirlo por otro, el suyo.

Los avatares de la guerra son historia, el apoyo de los nuevos imperialistas dio la victoria a los independentistas que no hicieron mas que cambian una esclavitud por otra. De hecho Las Filipinas no fueron independientes más que en el año 46. Cuando los Japoneses invadieron las islas, los norteamericanos que estaban allí como potencia colonial salieron corriendo, diciendo que volverían, lo hicieron después que la bomba atómica llevara a que el Japón se rindiera. Fue entonces cuando se hizo efectiva la independencia, los norteamericanos se retiraron después de dejar bien instalado el neocolonialismo.

Estos acontecimientos fueron decisivos para la historia familiar, me refiero a la independencia, mi bisabuelo tuvo que dejar la Isla al retirarse las tropas españolas, fue de los últimos en partir y según dicen la pena de ver perdida aquella perla de la Corona le llevó a la muerte.

Mi abuela nos contaba su viaje de vuelta en el gran trasatlántico, su paso por el Canal de Suez le había impresionado mucho, la historia que yo no he podido olvidar y que aun me impresiona es su paso por Singapur. En las escalas que se hacían en este puero y tal vez en otros, la mejor distracción para los pasajeros era la tirar monedas al mar, los niños del país gritaban “Ala mar Ho, Ho” y saltaban a la profundidad marina para sacar las monedas con la boca, ante los aplausos y chirigotas de los espectadores. Cuando pienso en esos países de la Malasia siempre veo a los niños buscando monedas en el fondo del mar y oigo su grito, hoy día también gritan cuando los turistas los violan, la pedofilia es más satisfactoria que las hazañas submarinas de los niños pobres.

El viaje de el Presidente de la Audiencia terminó en Mahon, durante la travesía se declaro la peste y el barco fue puesto en cuarentena, allí murió don Manuel, no sabemos si de la peste o de pena, fue enterrado en el lazareto de la isla y allí sigue su tumba, mi padre fue a visitarla recientemente y me cuenta que aun esta en pie el mausoleo que le dedicaron, las otras tumbas del lazareto han desaparecido.

Para Irene fue el término de su infancia y adolescencia feliz, otra etapa comenzaba en la cual los mimos de un padre y su posición social no serian más que un recuerdo que la seguiría toda su vida.






2 comentarios:

  1. No se puede deformar la historia esto parece un cuento en vez de una historia los personajes son veridicos, segun explicas tu Sr. padre era hijode Irene Adriaensens y Fco Casteell CUbells; efectivamente Manuel Adriensens Le-Roux era era Diplomatico y murio en Mahon no de peste y huyendo de Filipinas ya que murio en 1883 a los 60 años y la guuerra en filipinas acabó en 1898 y tampoco de peste. nada de lo que dices es verdad la migració de flandes empezo con el siglo xv l no fue por las razones que tú explicas trasgiversando la historia. si no lo sabes un respeto

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  2. Bueno efectivamente, el relato supongo que esta basado en sus propias vivencias y en lo que escucharía de sus mayores. A mí me ha servido porque realizo el árbol genealógico de los Adriaensens y he podido ir tirando del hilo, corroborando o desechando la información. Manuel José Adriaensens Le-Roux efectivamente murió en el Lazareto de Mahón el 16/01/1883, allí se encuentra su lápida. El barco al llegar de Filipinas fue puesto en cuarentena. Fue Fiscal General de la Audiencia de Manila. Agregar que tenía un hermano gemelo llamado José María que permaneció en Sevilla, lugar en el que nacieron.

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